domingo, 23 de julio de 2017

MUJERES QUE CUENTAN

Este fin de semana tuvo la particularidad de propiciarme dos bellos encuentros "con mujeres que cuentan"... Ambas citas tenían diferentes propuestas, en una, sábado por la tarde, dos mujeres sentadas en una mesa de café contaban "HISTORIAS ROBADAS", de amores y desamores, de encuentros y desencuentros.
Durante el desarrollo de las historias narradas con suma entrega y dedicación fui siendo transportada a mundos impredecibles, al pasado de tías con historia, a las vidas de otras mujeres transitando sus presentes y sus pasados.
Y entre cuento y cuento fui descubriendo que sin duda estas mujeres cuentan, cuentan en la vida de la gente, cuentan como valiosos eslabones de una cadena humana, cuentan porque valen, valen porque cuentan para todos aquellos que nos cruzamos en su maravillosa existencia.
La otra cita, domingo por la tarde, aún resuenan en mi cabeza cuando "LAS MUJERES CUENTAN SUS RAÍCES", también dos mujeres, descalzas en contacto con la tierra, sentadas en bancos cubiertos de los productos de nuestros telares alrededor de un fuego muy femenino me alzaron y me llevaron en andas a pasear por historias de pueblo, de tierra adentro, de raíces profundas, de aroma a romero y cedrón. Y también hallé mujeres que cuentan, cuentan en la vida de la gente, cuentan como valiosos eslabones de una cadena humana, cuentan porque velen, valen porque cuentan para todos aquellos que nos cruzamos en su maravillosa existencia.
Y de nuevo, casi como nuevo apareció el valor de la pausa, de las manos que se mueven acompasando una historia, de los ojos abiertos perdidos en vaya uno a saber qué horizonte, del simple gesto de ponerse de pie para expresar una oración o la grandeza de sentarse pequeña en un banco de madera.
La magia de entonar un trozo de melodía que ilustra genialmente lo que se está percibiendo en cada palabra, la mujer creando vida permanentemente, dando a luz cada vez a través de su voz, relatando desde su vientre historias que marcaron su propio existir.
Narradoras, ¡mujeres que cuentan...!