lunes, 15 de julio de 2019

ENTRE UNA ESPAÑA QUE DUERME Y UNA ARGENTINA QUE BOSTEZA

La fisonomía es distinta, las voces que suenan también lo son, la historia y la cultura son referentes para nosotros los argentinos pero la indigencia y la miseria son lo mismo y duelen igual.  Madrid y Barcelona me muestran sus dos caras, cunas de cultura y hoy cuna de tristeza y desarraigos, como en mi tierra circula gente que huyó de sus orígenes en busca de una vida mejor.
Veo gente arrodillada en el suelo con un recipiente en las manos sobre su cabeza pidiendo una limosna allí mismo donde circulan miles de turistas pasando las vidrieras más lujosas de las marcas más reconocidas en el mundo. Aquí una mujer durmiendo bajo el techo de un escaparate, allí un anciano arrebujado en el portal de un edificio y la pobreza y la desigualdad imperando monstruosa e imbatible ante la indiferencia de los que gobiernan en cualquier lugar del mundo.
Duele pensar que la marca que se ha hecho icono de la moda en España me lleve a  pensar cuánto hay de desigualdad en el mundo actual en el que las comunicaciones vuelan instantáneamente.
Sin duda estamos ante una sociedad que consume hasta estas imágenes sin implicarse profundamente con lo que nos enrostran, como si también fuera moda poner en tu muro una foto de la pobreza y la miseria de humanidad en la que nos hemos convertido.
España es un país como muchos otros, ubicado en la vieja Europa que ha atravesado cruentas experiencias de guerra y muerte y aún así duele esta otra realidad. Aquí y allá habrá que abrir la mente para pensar como lograr un mundo más equitativo. Amo a mis dos tierras, la que me crió y la que me dejaron por herencia, sueño con otro futuro posible y tomo absoluta conciencia de que de mí depende la porción de país que habito y desarrollo.