sábado, 17 de febrero de 2018

CAMBIAR LA MIRADA RENUEVA LOS OJOS

Cuando ésta idea para escribir llegó a mi cabeza y se extendió veloz hacia mis dedos en el teclado, apareció una frase muy conocida "mirar la vida con otros ojos". En ese mismo instante en que buscaba el título para lo que quiero expresar, mi corazón de tinta y papel se negó en alguna medida a darle crédito a esa expresión, y es que en este mes de enero sinceramente redescubrí lugares y personas, pero no fue porque los viera con otros ojos, siguen siendo los míos, fue porque cambié la mirada.
Estoy convencida que son muchas las variables que se ponen en juego al momento de ver con otros ojos.
Si cambias de lugar o posición, tu visión cambia de perspectiva.
Si corres velos propios o ajenos, se iluminan otros sectores de la imagen.
Si le quitas o le sumas valores al momento, se enriquece o empobrece el panorama, y así, cada uno, puede encontrar sus propias estrategias para cambiar su mirada, su modo de ver, por ende sus ojos.
Es que los ojos están rodeados de un misterio ancestral, en torno a ellos hay miles de expresiones literarias y poéticas acerca de lo que ven o lo que dejan ver.

🌟Joseph Albert: Prefiero ver con los ojos cerrados.
🌟Christian Friedrich Hebbel: Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.
🌟Víctor Hugo: Cuando una mujer te habla, escucha lo que dice con los ojos.
🌟Francisco Alvarez: Lo que nos hace personas no es el tener dos ojos que ven, sino nuestra forma de mirar.
🌟Neil Gaiman: ¿Somos humanos porque miramos las estrellas, o miramos las estrellas porque somos humanos?

Me toca compartir diferentes fotos con Uds. porque elijo iniciar este álbum con fotos viejas y nuevas, que tiene sumas y restas de personas, permanencias y cambios visibles.
Si nos tomáramos el tiempo para volver a ver descubriríamos muchos detalles ocultos en las fotos antiguas y en las nuevas también, una amistad de la adolescencia por Ej. Una foto en blanco y negro en el aula del colegio, dos cuerpos, el mío y el de ella, ambas con los ojos achinados en una enorme sonrisa y mi cuerpo levemente recostado sobre su hombro... Ella toda música y perspicacia, yo, toda risa y picardía. Hoy la foto es "casi" la misma, ella sigue siendo toda música y perspicacia, yo sigo siendo risa y picardía con ella, el lugar sigue siendo un aula, distinta pero aula. Lo nuevo en ambas fotos es que ya entonces había respeto por el ser de la otra y nunca me había fijado, tampoco había visto como nos recostamos una en la otra hasta hoy.
Una foto mental con quien fuera el padre de mis hijas, un lugar que cuando lo vi por primera vez conquistó mi espíritu prometiéndome a mí misma volver, un deseo inminente de compartirlo alguna vez cuando tuviera hijos o hijas, la foto actual, "la que es" quedó grabada en mis retinas pero también en la pantalla de una cámara, allí fundidas en un abrazo con la emoción de esta historia compartida. Las tres con la cara radiante de algo más que nos une, una laguna mágica y un amor indestructible.
Paso la página y la foto de mis hermanas y yo en blanco y negro con caras de qué nos deparará la vida, nos veo allí unidas para hacerle frente al afuera, tan pequeñas, tan solas... La foto de hoy a color, algunas arruguitas y las caras curtidas de batallas libradas, la misma unión pero distinta! Pasaron muchos años entre una foto y la otra pero quedaron las elecciones férreas y el amor. Nuestras caras ya no son de desconcierto y nosotras ya no necesitamos ser un bloque para saber que nos queremos, nos une el disfrute de una por las otras y viceversa. Lo nuevo de estas fotos... Vernos a nosotras mismas tal cual somos, sin pudor ni temor de lo que vean otros.
Y así mi álbum se ha llenado de disfrutes y hay muchas, pero muchas más fotos que gracias a la vida puedo mirar hoy con ojos renovados, libre de tantos amarres personales, libre de medirme en función de ponerme al servicio de la mirada de otros, LIBRE.