PALABRAS PARA LA TÍA ORLINDA (22/08/1930 - 23/05/2023)
ORLINDA fue una mujer nido, una mujer en la que resultaba
apacible acurrucarse ya que con ella siempre encontrabas abrigo, calor,
protección y alimento, para tu panza o para tu alma.
ORLINDA fue también una mujer dragón, una mujer fuerte
y poderosa que podía desplegar sus alas para alzar el vuelo, sobre todo cuando
se trataba de proteger a la familia. ¡Ay quien osara lastimar a los suyos!,
conocería inexorablemente el fuego de su coraje.
ORLINDA fue una mujer abeja, laboriosamente realizaba
todas las tareas que asumía, incansable y tenaz. Prolija y efectiva
ORLINDA FUE una mujer mariposa, parecería frágil ante
la mirada de alguien que no la viera en realidad, pero la quitina de sus alas y
el valor ante los cambios de su vida la vieron y la verán levantar vuelo una y
otra y otra vez.
ORLINDA fue una mujer oreja, su capacidad de escucha
era infinita y su palabra precisa, amorosa a la hora de consolar y honesta a la
hora de decir aquello que debía expresar.
ORLINDA tenía convicciones claras y supo amorosamente
ponernos límites si creía que estábamos perdiendo el rumbo. Fue el amor en
todas las expresiones, fue dura cuando tuvo que serlo, fiel hasta el último
suspiro, franca, aunque doliera. La vida le puso incontables adversidades y
pérdidas y a todas les hizo frente con una entereza que nos queda como legado.
Hoy al fin nos ha dejado de este lado de la vida para
atravesar el portal hacia otro plano, allí seguramente estará de reencuentros.
Aquí lloraremos su ausencia, pero SIEMPRE, SIEMPRE FESTEJAREMOS SU VIDA.