Que maneras más curiosas de recordar tiene uno, que maneras más curiosas: hoy recuerdo mariposas que ayer sólo fueron humo, mariposas, mariposas que emergieron de lo oscuro bailarinas, silenciosas. Silvio Rodríguez
sábado, 29 de diciembre de 2018
HOY, 29 DE DICIEMBRE
lunes, 15 de octubre de 2018
TIC TAC, el tiempo.
domingo, 1 de julio de 2018
Bajo sospecha
Vivir bajo sospecha se ha convertido en un modo de transitar la vida, terrible estado de incertidumbre con el que lamentablemente estamos acostumbrándonos a caminar. Casi como nuestra sombra nos acompaña paso a paso, la sospecha.
Una sospecha sin nombre, la peor de todas, la de las mil caras... Puede ser que seas débil en tus desiciones, puede que seas de izquierda o de derecha, o quizás seas abusivo, o que sólo te interese el dinero y especules en cada desición que tomás para SACARLE dinero al otro, un modo de robar. También puede ser que seas un ser politizado o apolitizado, que pienses demasiado o que no pienses, que seas un creyente empedernido o un descreído de toda fuerza superior, que seas caudillo, caudilla o que seas cobarde.
Se han perdido los términos medios, se perdió hace rato el respeto y la conciencia de que somo apenas una partícula de materia en esta inmensa galaxia, he aquí otra posible sospecha, ser un volado o una volada que tiene pajaritos en la cabeza, que cree en vaya a saber qué fuente de creación o una persona sin espiritualidad que no se conmueve por nada ni siente que sus actos puedan ser promotores de consecuencias.
Así vivimos cada día, encerrados y encerradas en nuestras casas tras gruesas rejas, códigos de alarmas de seguridad, puertas blindadas...
Así transitamos en automóviles con ventanillas cerradas, vidrios polarizados, llaves corta energía...
Así caminamos las ciudades, con la mochila apretada en el pecho, ya no las llevamos a la espalda, la cartera asida con fuerza, las manos apretadas, el oído atento y la mirada alerta.
Imposible transitar así la vida, si cada paso que damos es mirado con desconfianza, si se ha perdido la fe en el otro, si la mirada es esquiva y cargada de temor, si somos todos objetivo de otros, si no existe más la sinceridad.
Si seguimos con especulaciones, si no nos hacemos cargo de que vivimos la realidad que creamos, estamos acabados como sociedad.
jueves, 24 de mayo de 2018
AUTOBIOGRAFÍA DEL ESPEJO
Como mariposa solitaria, mariposa que vuela cada día buscando primaveras, mariposa que no cede el color de sus alas, ni el derrotero de sus recorridos.
Me veo y me reconozco en cada una de ellas, sorprendida de verme como mariposa que aún en otoño asombra a su paso la mirada de quien se quiera detener a observar la resistencia que se oculta en su permanencia, la vigencia de sus colores, la constancia de su existir.
Mujer mariposa, ave fénix, mujer de lunas celtas, de sueños presentes, de llanto contra la almohada, mujer que espera pero no desespera, que se permite caer para levantarse, que escribe y reescribe, que camina nuevamente las calles de cada ciudad, que se encuentra y se desencuentra, que se apropia de la experiencia y descubre el valor de lo vivido...
Señora de nadie, ama de sí misma, madre en permanente debut de su rol, maestra por sobre todas las vocaciones, colega, compañera, amiga, creadora y alquimista en la cocina y la vida, actriz improvisada, lectora empedernida, apasionada por la literatura, la música y el canto, pregonera de cuentos, historias y poesía, exigente con el orden y la limpieza, insoportable con el verbo "pensar" en todas sus conjugaciones posibles, fanática de los zapatos, danzarina incansable, pecadora del todo lo puedo, a todo me animo...
Femenina por naturaleza y por elección, abuela en potencia, culposa en remisión, romántica hasta la médula, compulsivamente generosa, regalera, desprendida, fallida administradora, excesiva a la hora de contenerse, desbordada a la hora de explotar, de lágrima fluída y sonrisa fácil, de emociones profundas, de heridas sin cicatrizar, de afectos muy sinceros, de pocos amigos...
Un poco bruja, un poco maga. Un poco doña, un poco niña. Un poco acero, un poco pluma.
Una imágen, un reflejo, muchas preguntas, varias respuestas.
Me veo...
sábado, 17 de febrero de 2018
CAMBIAR LA MIRADA RENUEVA LOS OJOS
Estoy convencida que son muchas las variables que se ponen en juego al momento de ver con otros ojos.
Si cambias de lugar o posición, tu visión cambia de perspectiva.
Si corres velos propios o ajenos, se iluminan otros sectores de la imagen.
Si le quitas o le sumas valores al momento, se enriquece o empobrece el panorama, y así, cada uno, puede encontrar sus propias estrategias para cambiar su mirada, su modo de ver, por ende sus ojos.
Es que los ojos están rodeados de un misterio ancestral, en torno a ellos hay miles de expresiones literarias y poéticas acerca de lo que ven o lo que dejan ver.
🌟Joseph Albert: Prefiero ver con los ojos cerrados.
🌟Christian Friedrich Hebbel: Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.
🌟Víctor Hugo: Cuando una mujer te habla, escucha lo que dice con los ojos.
🌟Francisco Alvarez: Lo que nos hace personas no es el tener dos ojos que ven, sino nuestra forma de mirar.
🌟Neil Gaiman: ¿Somos humanos porque miramos las estrellas, o miramos las estrellas porque somos humanos?
Me toca compartir diferentes fotos con Uds. porque elijo iniciar este álbum con fotos viejas y nuevas, que tiene sumas y restas de personas, permanencias y cambios visibles.
Si nos tomáramos el tiempo para volver a ver descubriríamos muchos detalles ocultos en las fotos antiguas y en las nuevas también, una amistad de la adolescencia por Ej. Una foto en blanco y negro en el aula del colegio, dos cuerpos, el mío y el de ella, ambas con los ojos achinados en una enorme sonrisa y mi cuerpo levemente recostado sobre su hombro... Ella toda música y perspicacia, yo, toda risa y picardía. Hoy la foto es "casi" la misma, ella sigue siendo toda música y perspicacia, yo sigo siendo risa y picardía con ella, el lugar sigue siendo un aula, distinta pero aula. Lo nuevo en ambas fotos es que ya entonces había respeto por el ser de la otra y nunca me había fijado, tampoco había visto como nos recostamos una en la otra hasta hoy.
Una foto mental con quien fuera el padre de mis hijas, un lugar que cuando lo vi por primera vez conquistó mi espíritu prometiéndome a mí misma volver, un deseo inminente de compartirlo alguna vez cuando tuviera hijos o hijas, la foto actual, "la que es" quedó grabada en mis retinas pero también en la pantalla de una cámara, allí fundidas en un abrazo con la emoción de esta historia compartida. Las tres con la cara radiante de algo más que nos une, una laguna mágica y un amor indestructible.
Paso la página y la foto de mis hermanas y yo en blanco y negro con caras de qué nos deparará la vida, nos veo allí unidas para hacerle frente al afuera, tan pequeñas, tan solas... La foto de hoy a color, algunas arruguitas y las caras curtidas de batallas libradas, la misma unión pero distinta! Pasaron muchos años entre una foto y la otra pero quedaron las elecciones férreas y el amor. Nuestras caras ya no son de desconcierto y nosotras ya no necesitamos ser un bloque para saber que nos queremos, nos une el disfrute de una por las otras y viceversa. Lo nuevo de estas fotos... Vernos a nosotras mismas tal cual somos, sin pudor ni temor de lo que vean otros.
Y así mi álbum se ha llenado de disfrutes y hay muchas, pero muchas más fotos que gracias a la vida puedo mirar hoy con ojos renovados, libre de tantos amarres personales, libre de medirme en función de ponerme al servicio de la mirada de otros, LIBRE.
lunes, 1 de enero de 2018
2018, iniciar un nuevo ciclo.
Se inició una nueva vuelta al sol, nuestra casa, nuestro hogar ha iniciado otro derrotero en el cuál generosamente nos transporta sobre su regazo. Para muchos es tiempo de balances, de preguntas, de puntos finales, puntos y seguido, puntos y aparte, puntos de partida, un punto o muchos, en todo caso cada uno implica una pausa en la lectura de nuestra vida. Mi balance personal resulta bueno, positivo, a mis preguntas le corresponden algunas respuestas y a mi escrito personal le he puesto varios puntos y algunas comas.
Es curioso cómo los signos de puntuación en este día y a esta hora se resignifican para aplicarlos a este relato vital...
La coma. Representa una breve pausa, se la utiliza para enumerar o separar oraciones con un mismo sentido.
El punto y coma. Se los utiliza para realizar "una pausa mayor que la coma", separa oraciones que estén precedidas por una coma, separa enunciados diferentes.
El punto. Dentro de los usos del punto se destacan tres acciones.
Punto y seguido. Separa oraciones dentro de un mismo párrafo.
Punto y aparte. Señala el final de un párrafo.
Punto final. Señala el fin de un texto.
Los dos puntos. Detienen el discurso para centrar la atención en lo que sigue.
Puntos suspensivos. Se usan cuando se deja una oración incompleta; para indicar alguna duda, inseguridad o temor o cuando se deja sin completar una enumeración.
Aquí van entonces mis signos de puntuación decididos para el texto 2018:
Le pongo una coma a mi trabajo para continuar mi desarrollo en el mismo sentido, aportando a la crianza y a la escritura como centro de mi crecimiento profesional. También coloco una coma en mi relación madre hijas, porque siempre están y estarán en el sentido de mis oraciones con las pausas necesarias para reencausar el texto.
Punto final le puse a mi historia de pareja, pasaron casi tres años de la caída del velo y ya casi dos años de que cayó el telón de este drama. Lista para otra obra que escribiré con mucho cuidado.
Dos puntos para proyectar mi vida en sociedad, el culto a la amistad, el ámbito familiar, el acompañar sin interferir en la vida de mis hijas, mi disposición al amor.
Puntos suspensivos porque elijo dejar incompleta la oración de mis propósitos, porque me entrego a lo que la vida proponga con mi capacidad de elegir alerta.
Y ustedes, mis queridos lectores ¿Qué signos les pondrían a sus vidas este 2018?