martes, 25 de abril de 2017

Cincuenta años que puedo decir, son sincuenta.

Cuando cumplí los 50, como creo le sucede a la mayoría de las personas me sentí un tanto extraña, meditativa.
Podía decir:
- Viví medio siglo, o, he vivido un lustro, o, seguramente ya viví la mitad de mi vida. (Eso si me considero longeva y pienso llegar a los cien)
Y sin embargo y aún así el tiempo me resulta totalmente relativo, la mayoría de las veces me siento con muchos años menos, casi les diría ágil.
Otras veces, las menos, me siento mucho más grande, son esos días en los que el peso de algunos  momentos vividos deberían ser olvidables porque toman casi por completo nuestros recuerdos.
Y sin embargo, tan relativo es el tiempo, que en un mismo día puedo sentirme joven, inquieta, divertida y al rato cansada, agobiada, apesadumbrada por lo transcurrido.
Para sumar reflexión al tema, además está el espejo, ese trozo de cristal que también modifica nuestra imagen según nuestra propia mirada. Y también las fotos y los niños que hoy son hombres y mujeres y nuestros hijos y...

Pero lo más insólito me ocurre cada vez que llevo adelante un proyecto, allí los cincuenta y tres años que tengo parecen dividirse en dos, entonces tengo veintiseis y medio por un lado y veintiseis y medio por el otro.
Ambos trabajan a la par. Unos aportando lo fresco, lo que se renueva, lo creativo, lo novedoso, lo energético, lo audaz y los otros aportando la experiencia, la madurez, el aplomo, el saber hacer, lo recorrido.
Entre ambos entretejen nuevos senderos para los viejos objetivos y los desando degustando cada vez nuevos aprendizajes. Gloriosos momentos de renovada madurez, hermosas experiencias que me recuerdan quien soy y a qué he venido, increíbles aventuras que escribo con mi sangre y guardo en mi ADN, maravillosas gestas que embarcan a mis seres especiales conmigo, legado que entrego a mis hijas y a aquellos que ojalá inspire en esta vida.
Ciertamente transito la década de los cincuenta pero mucho más ciertamente los transito sincuenta.


1 comentario:

  1. Hermosa manera de compartir. Hermosa manera de vivir. Hermosa imagen, los cincuenta y tantos partidos en dos componentes igual de importantes y valiosos. Celebro tu vivencia y energía. Es cierto, el tiempo es relativo. Bravo.

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