Convertir tus verbos en acciones profundas que colman el día y de ese modo, comprobar que las horas se convierten en anécdotas, sucesos, aprendizaje, llanto, risas, aromas, imágenes, sabores, música y danza.

Es entonces cuando descubres el "efecto mariposa", comprendes que un ser tan pequeño y frágil en apariencia puede generar un efecto enorme en la vida misma y nuevamente te sientes una mariposa capaz de provocar en cada movimiento propio y sutil la detención o aceleración del tiempo con el simple batido de tus alas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario