Cuando tu tiempo interno se impone, el reloj se destroza, las horas se desintegran y solo puedes medir la vida a través de las experiencias transcurridas. Así se suceden momentos intensos, increíbles, tuyos, verdaderos, cargados del hacer o no hacer por decisión propia.
Convertir tus verbos en acciones profundas que colman el día y de ese modo, comprobar que las horas se convierten en anécdotas, sucesos, aprendizaje, llanto, risas, aromas, imágenes, sabores, música y danza.
Súbitamente comprendes la teoría de la relatividad y sorprendida observas como la maquinaria de tu reloj pierde sentido, han pasado escasas horas desde el inicio del día pero has vivido tan intenso cada minuto, cada hora , cada día.
Es entonces cuando descubres el "efecto mariposa", comprendes que un ser tan pequeño y frágil en apariencia puede generar un efecto enorme en la vida misma y nuevamente te sientes una mariposa capaz de provocar en cada movimiento propio y sutil la detención o aceleración del tiempo con el simple batido de tus alas.
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